La posición erguida favorecía que cada integrante de la manada pudiera mantener contacto visual con los sobrantes, tal es así que podían avisarse mucho más eficientemente si detectaban algún riesgo. Así, la selección natural favoreció a los individuos mejor dotados para la “incómoda” posición erguida. Este es el último término de la desigualdad, el punto radical que cierra el círculo y toca el punto de donde hemos partido.
Se entrevé algo mejor en este punto cómo la utilización de la palabra se estableció o se perfeccionó indiferentemente en el seno de cada familia, y aun se puede conjeturar cómo diversas causas particulares pudieron extender el lenguaje y apresurar su avance haciéndole ser mucho más necesario. Enormes inundaciones o temblores de tierra cercaron de aguas o de precipicios las regiones habitadas; revoluciones del globo desgarraron y cortaron en islas porciones del continente. Se interpreta que entre hombres reunidos de esa forma y forzados a vivir juntos debió de formarse un idioma común, más bien que entre los que erraban libremente en los bosques de la tierra estable. Así, es muy probable que, tras sus primeros ensayos de navegación, los insulares hayan introducido entre nosotros la utilización de la palabra; al menos es muy verosímil que la sociedad y las lenguas hayan nacido en las islas y en ellas se hayan perfeccionado antes de ser conocidas en el conjunto de naciones.
Evolución Ser Humano: El Origen De Nuestro Viaje
De hecho, es un tópico muy extendido y que a veces hace confundir a la multitud. Lo que sí es cierto que los monos y los humanos compartimos un antepasado común. Un sujeto de una clase determinada que derivó en otras especies diferentes entre ellas con el paso de millones de años.
Así, a pesar de que los hombres fuesen ahora menos sufridos y la piedad natural ya hubiese experimentado alguna perturbación, este periodo del desenvolvimiento de las facultades humanas, ocupando un justo medio entre la indolencia del estado primitivo y la petulante actividad de nuestro amor propio, debió de ser la temporada más feliz y perdurable. Cuanto más se reflexiona, mejor se comprende que este estado era el menos sujeto a las revoluciones, el mejor para el hombre , del que no ha debido salir sino más bien por algún funesto azar, que, por el bien común, hubiera debido no acontecer nunca. El ejemplo de los salvajes, hallados casi todos en ese estado, semeja corroborar que el género humano estaba hecho para mantenerse siempre en él; que ese estado es la verdadera juventud de todo el mundo, y que todos los progresos ulteriores fueron, en fachada, otros muchos pasos hacia la perfección del sujeto; de todos modos, hacia la decrepitud de la especie. He intentado explicar el origen y el desarrollo de la desigualdad, la fundación y los abusos de las sociedades políticas, en relación estas cosas tienen la posibilidad de deducirse de la naturaleza del hombre por las solas luces de la razón y también con independencia de los dogmas sagrados, que dan a la autoridad soberana la sanción del derecho divino. De esta exposición se deduce que la desigualdad, siendo casi nula en el estado de naturaleza, debe su fuerza y su acrecentamiento al avance de nuestras facultades y a los progresos del espíritu humano y se hace al cabo legítima por la institución de la propiedad y de las leyes. Dedúcese también que la desigualdad moral, autorizada únicamente por el derecho positivo, es contraria al derecho natural siempre y cuando no coincide en igual proporción con la desigualdad física, distinción que determina de modo suficiente lo que hay que meditar a este respecto de la desigualdad que reina en todos los pueblos civilizados, pues va manifiestamente contra la ley de la naturaleza, de cualquier manera que se la defina, que un niño mande sobre un viejo, que un estúpido dirija a un hombre discreto y que un puñado de gentes rebose de cosas innecesarias mientras la multitud hambrienta no tiene lo preciso.
Materias
Pese a todos los sacrificios de los más sabios legisladores, el estado político permaneció siempre imperfecto por el hecho de que era en gran parte la obra del azar, y, mal empezado, al descubrirse transcurrido un tiempo sus defectos y sugerir los antídotos pertinentes, jamás pudieron corregirse los vicios de su constitución; se le reformaba sin cesar, cuando podría haber sido necesario empezar por actualizar el aire y dividir los viejos materiales, como logró Licurgo en Esparta, para crear en su sitio un óptimo edificio. Aunque sus semejantes no fuesen para él lo que son para nosotros, y aunque no tuviese con ellos mayor comercio que con los otros animales, no fueron olvidados en sus observaciones. Las similitudes que pudo percibir con el tiempo entre ellos, su hembra y él mismo, le hicieron juzgar las que no percibía; viendo que todos se conducían como él se hubiera conducido en iguales circunstancias, dedujo que su forma de meditar y de sentir era completamente acorde con la suya, y esta importante verdad, una vez arraigaba en su espíritu, le hizo proseguir, por un presentimiento tan seguro y más vivo que la dialéctica, las reglas de conducta que, para virtud y seguridad suya, más le convenía ver con ellos. Las novedosas luces que resultaron de este desenvolvimiento aumentaron su superioridad sobre el resto animales haciéndosela entender. Se ejercitó en tenderles nudos, en engañarlos de mil métodos, y aunque varios le superasen en fuerza en la lucha o en velocidad en la carrera, con el tiempo se hizo dueño de los que podían servirle y azote de los que podían perjudicarle. Y así, la primer mirada que se dirigió a sí mismo provocó el primer movimiento de orgullo; y, sabiendo solamente distinguir las categorías y viéndose en la primera por su especie, de esta manera se preparaba de lejos a pretenderla por su individuo.
Renunciando a la libertad se degrada el ser; renunciando a la vida, se le aniquila en cuanto depende de uno mismo; y como ningún bien temporal puede compensar la carencia de una o de otra, sería ofender al tiempo a la naturaleza y a la razón abandonar aquéllas a cualquier precio que fuera. Pero desde el momento en que mi hombre tuvo necesidad de la ayuda de otro; desde el momento en que se advirtió que era útil a uno solo tener provisiones por dos, la igualdad desapareció, se ingresó la propiedad, el trabajo fue necesario y los bosques inmensos se trocaron en rientes campiñas que fue necesario regar con el sudor de los hombres y en las cuales viose bien próximamente germinar y crecer con las cosechas la esclavitud y la miseria. Sin entrar hoy en las investigaciones que están por llevar a cabo todavía sobre la naturaleza del pacto fundarnental de todo gobierno, me limito, siguiendo la opinión común, a considerar aquí la fundación del cuerpo político como un auténtico contrato entre los pueblos y los jefes que escogió para su gobierno, contrato por el cual se obligan ámbas partes a la observación de las leyes que en él se establecen y que constituyen los vínculos de su unión.
Evolución Del Cosmos
Pasó a ser la única clase humana sobre la Tierra y ya tenemos la posibilidad de referirnos a él simplemente como “el hombre”. Ciertas cuales habían extinguido a algunas especies, pero ésta era la primera glaciación que arrostraban los homínidos. La capacidad de caminar sobre nuestras 2 piernas la aprendimos hace unos 4 millones de años y nos permitió echar la vista adelante y divisar el peligro a lo lejos (tras descender de los árboles). Accedió a ella desde Siberia, cruzando un estrecho de Bering seco (el nivel del mar era inferior al de hoy gracias a la glaciación) o helado.
El primer sentimiento del hombre fue el de su vida; su primer precaución, el de su conservación. Los modelos de la tierra le proveían de todo, lo necesario; el instinto le llevó a usarlos. El hambre, otros deseos hacíanle experimentar sucesivamente distintas métodos de existir, y hubo uno que le invitó a perpetuar su especie; esta ciega inclinación, desprovista de todo sentimiento del corazón, solo engendra un acto puramente animal; satisfecho el deseo, los 2 sexos por el momento no se reconocían, y el hijo mismo nada era para la madre en relación podía prescindir de ella. Conseguimos sobrepasar innumerables dificultades, tremendas crisis, cambios radicales de clima… Y no obstante hemos sido capaces, ya no solo de amoldarnos y subsistir, sino de evolucionar y desarrollar nuestra cultura hasta lo que somos el día de hoy. No cabe duda que la raza humana en nuestro conjunto, somos unos genuinos sobrevivientes. Algo de lo que hablamos en otras ocasiones en este blog pero que de todos modos, no nos hemos parado para argumentar el término.
De África A La Conquista De Todo El Mundo
El origen de la raza humana localizado en África de manera incuestionable gracias a los estudios de ADN. Desde África, la raza humana se expandió por todo el planeta tomando diferentes caminos. Y acorde se generan estudios e investigaciones se reescribe esta una parte de nuestra historia. Volviendo al humano, y basándonos en la teoría científica, podemos decir que somos primates. Nuestras peculiaridades físicas y genéticas muestran ese enorme vínculo con los macacos que hace a muchas personas confundirse con los monos.
En el primer caso se unía a ellos en informe rebaño, o cuando mucho más por una suerte de asociación libre que a nadie forzaba y que solo duraba el tiempo que la pasajera necesidad que la había formado; en el segundo, cada quien procuraba su provecho, bien a viva fuerza si creía ser más fuerte, bien por astucia y capacidad si sentíase el mucho más enclenque. En esta obra, Darwin no se centraba exclusivamente en el hombre sino en la evolución biológica en general de los seres vivos por medio de la conocida selección natural y la aptitud de adaptación de las especies al cambio. Hace unos quince mil millones de años, el universo brotó de un piélago de materia y energía.