El lenguaje radiofónico es por naturaleza un lenguaje oral. Sin embargo, aunque parezca una perogrullada, hay que señalarlo y repetirlo por el hecho de que a los hablantes, a los emisores, a los locutores, se les olvida. El lenguaje oral se caracteriza por su construcción simultánea con el pensamiento. Se realiza en situación; es razonamiento que se va haciendo. Si bien su finalidad es seducir, reportar, interrogar, asimismo es escuchar y dejarse seducir, darse cuenta y contestar. Es el elemento fundamental de los mensajes radiofónicos y el único elemento capaz de trasladar contenidos conceptuales.
Hace de este medio un sustituto del diálogo, rompiendo la composición del discurso y del monólogo. Además, la visible sepa de mediación hace que la audiencia perciba a la radio como una interlocutora real. No niego que la forma mucho más actual de comunicación y el lenguaje mucho más moderno es el visual, vertiginoso, intermitente de la televisión, del vídeo y de la PC; pero, exactamente hablamos de recuperar lo apacible, lo sosegado, lo personal, lo íntimo de lo oral. Parafraseando aquello de que el sabor lo inventó Dios para acariciarnos por dentro, el sonido, la música, la palabra oral y su correcta combinación, fueron inventados para acariciarnos la cabeza, y mucho más aún, el alma. La radio es una convidación al diálogo, a la charla que es «una de las maneras mucho más importantes de estar juntos». El diálogo se da entre interlocutores que procuran una comunicación interpesonal; sin embargo, afirma Pasqualique «la comunicación mediatizada introdució en el diálogo humano una injusticia distributiva pues tiende a beneficiar al emisor y a minimizar o silenciar al receptor o usuario.
Tan grave es considerar como radio a la sola emisión de música, como las emisoras que sólo creen en la palabra hablada, sin hacer uso de otros recursos sonoros; sería tanto como realizar un programa en el que hubiese solo efectos sonoros, como los que se hacen en clase como ejercicio. El sonido y el silencio son dos elementos imprescindibles del lenguaje radiofónico. Existe quien opina que el silencio en radio no representa un instante de pausa sino más bien de tensión llevado hasta el radical.
Realizar radio es detallar comunicación, crear sentido en común. Es considerar al receptor como un interlocutor; por el hecho de que la radio provoca en la audiencia una relación personal merced a la cualidad del sonido de ser introyectado; a la posibilidad de que, quien escucha, recree el mensaje según su experiencia, sus experiencias, su crónica. De ahí, que el elemento más importante sea el habla, la palabra, la voz, sin perder de vista que va acompañada de la música y el ambiente sonoro. El charla de la radio no va sola, ni se ajusta únicamente a sus posibilidades, cuenta con el recurso de la música y de todos y cada uno de los sonidos, y en conjunto forman el lenguaje radiofónico. Hay silencios veloces, de menos de dos segundos, que se relacionan con las pausas primordiales en el momento de leer un párrafo o un artículo. Y existen otros silencios mucho más pausados, que nos ayudan a absorber el mensaje e inclusive dan pie a la reflexión de éste.
A través del micrófono, lo que se pierde desde el criterio plástico se gana en los matices de expresión únicos del sonido y en la posibilidad de testimonios customizados mediante la voz; es lo que se puede denominar tono comunicativo, necesario tanto en informativos como en programas. La voz, la música, los efectos y el silencio son los elementos sonoros que determinan la aptitud expresiva. La armonía de todos ellos en torno a un contenido atrayente será la que deje mantener el relato radiofónico.
Franja Horaria Y Duración
Tomar la palabra, pertence a las tareas propias del hombre vivo. «La palabra es para el hombre comienzo de vida, afirmación de sí en el orden popular y en el orden ética. Antes de la palabra sólo hay el silencio de la vida orgánica que, en cuanto al resto, no es un silencio de muerte, ya que toda vida es comunicación», en expresiones de Gusdorf. El charla de la radio es lo único existente en el momento en que se emite, si hay un interlocutor que lo siente, y conste que no he dicho un receptor.
Desconocido y desperdiciado en sus opciones, en sus potencialidades, en su capacidad expresiva y sociable. Más bien se le quiere manejar con las especificaciones de otros medios, ante los cuales puede parecer limitado. De esta forma, se dice de la radio que es imprecisa, que no tiene la fuerza de lo persistente, que tiene limitado su ingreso sensorial, y exactamente, por esas características, la radio es personal, cercana, propia. Por eso es flexible; de ahí que puede despertar la imaginación y hacernos pasear por lugares ignotos, trasmitir sentimientos profundos, transitar por el tiempo. A los medios tradicionales (prensa, radio y televisión), hay que añadir actualmente la revolución que ha supuesto Internet para la comunicación.
Idiomas Radiofónicos
Pueden transformar una información en un archivo sonoro. El vocabulario radiofónico ha de ser lo mucho más culto viable. Una buena vocalización es esencial a fin de que se comprenda el mensaje. Presenta múltiples y variados programas en los que la utilización del lenguaje se adecúa a cada uno.
De igual forma podemos equivocarnos y hacer que nuestro propósito se vuelva monótono, triste, vacío, fácil, e inclusive poco atrayente. Con la música, la radio consigue el apoyo para la ambientación de los mensajes radiofónicos, o sea, gracias a la música tenemos la posibilidad de enriquecer el lenguaje radiofónico. Escrito o improvisado, el lenguaje verbal de la radio es exactamente el mismo que el lenguaje cotidiano. No obstante, necesita un manejo sintáctico que facilite la percepción y la comunicación, de forma que se consigua ser atrayente, sugerente, provocador, visual, personal, propio.
Es necesario reestablecer la rica vida de la radio, incorporar nuevamente la palabra, alén del mero anuncio de la siguiente armonía o la transmisión de informaciones frías. La palabra de la radio, para cumplir su cometido de hacer llegar y hacer honor a su potencial, debe estructurarse en unas lineas que aseguren su recepción. Aunque muchos verbos se refieren a una acción, hay palabras que son lo que dicen, en el hecho de decirlas. Una de éstas es denominar, con lo que el hombre llama a la existencia a eso a lo cual nombra; llamar a las cosas por su nombre, es una forma de expresar su esencia.
Información ha de ser presentada de forma breve y clara para que al oyente el mensaje le llegue de forma precisa. La voz, el timbre, la modulación y el tono del locutor son fundamentales. El lenguaje no verbal asimismo está muy presente, de forma que la mirada, los movimientos, la postura, etcétera., tienen que amoldarse a la intencionalidad de lo que se está contando.
Su función es el seguimiento y la actualización de lo que está ocurriendo, esta ha sido su primordial diferencia más allá de que en la actualidad la televisión e Internet están pisando fuerte en el lote de lo inmediato. La radio como medio informativo puede jugar un papel muy distinta. Además de trasmitir lo mucho más rápidamente posible los hechos actuales, puede acrecentar la entendimiento pública mediante la explicación y el análisis.
Generalizar o particularizar la audiencia de un programa depende de los objetivos finales. Los contenidos se enmarcarán, más adelante, en las partes que se realizarán en nuestro programa de radio. Estos contenidos, tienen la posibilidad de estar sujetos a varios cambios antes de decidir por último la composición total de nuestro programa. En verdad, debemos hacernos a la idea de que, en la radio, prácticamente todo está sujeto a cambios constantes. Este último elemento ingrediente del lenguaje radiofónico no es tenido como tal por una parte de quienes estudian el medio, más allá de que, como puede comprobarse en la labor cronistas como Jesús Quintero por poner un ejemplo, su presencia es fundamental y de una fuerza comunicativa indiscutible.
El receptor se ve cada día más en situación de diálogo interrumpido, de no poder contestar inmediatamente». A un medio oral como la radio le corresponden, necesariamente, tareas inevitables, como el resguardo, purificación, ampliación y difusión de la lengua. Transmisoras como las indígenas en México, se han dado a la labor de adecentar de expresiones españolas la lengua de la etnia de la comunidad en la que están inmersas cuando existe la correspondiente. La misión primordial de los periódicos o diarios es la de informar de la realidad de una forma más o menos objetiva. A la vez, se muestran productos, denominados de opinión, en los que los articulistas expresan su punto de vista sobre un determinado tema .
Las cámaras efectuarán un Close-up conforme estos vayan respondiendo y comentado el tema expuesto por el comentarista. Jamás entenderé el fundamento para dejar desamparados a seres vivos tan nobles ni tan preciosos. El estudio señala que la aparición de camadas no deseadas es la primera causa de abandono, especialmente en estas datas. Yo me voy de vacaciones y no sé qué hacer con Dalí y Gala, mis 2 gatos. Bueno, de todos modos son mucho más de mi señora que míos, pero ellos me dan su cariño y respeto. Les buscamos acomodo a fin de que no sufran nuestra sepa.