El contador de fotogramas por segundo no miente, e comunica de un número fácil y directo. De esta forma, la resolución de un solo ojo , que mirase una escena completamente inmóvil sería únicamente de 7 megapíxeles de media. Por consiguiente, aunque nos alejemos de la resolución indicada al comienzo, un solo ojo humano inmóvil es mucho más potente que la óptica de un smartphone de bastante calidad. La realidad es que no existe tal círculo, pero tu cerebro lo interpreta en su grupo, y rellena los huecos con información. Ahora hace unos años el doctor Roger Clark, del Servicio Geológico estadounidense, había efectuado una investigación que concluía que el ojo humano podía aguantar hasta 576 megapíxeles.
La tecnología avanza y por este motivo, ciertas compañías de tecnología han comunicado indagaciones para crear pantallas con tecnología 8k, esto supondría un incremento en la densidad de píxeles y que quizá el ojo humano no puede aguantar. Las pantallas de la televisión está formada por pequeños cuadraditos que llamamos pixel. Y todos los píxeles de la pantalla se encarga de producir un determinado color. Por ejemplo, una resolución 4K cuenta con mucho más de ocho millones de pixeles. No cabe duda de que cada individuo es un planeta, y indudablemente haya gente a la que le cueste mucho más distinguir las diferencias entre distintas tasas de fotograma y de refresco.
¿cuántos Fps Ve El Ojo? ¿distinguimos Mucho Más De 30 Fps?
Los FPS son una unidad de frecuencia, puesto que definen la proporción de imágenes que van por la pantalla por cada unidad de tiempo . La clave para distinguir y entender por qué hay estos dos extremos es la percepción del movimiento. Como curiosidad en el momento de capturar las imágenes, existe la interpolación de imágenes, estas son imágenes generadas desde la situación de los elementos de la imagen anterior y la siguiente. Si la imagen llevada a cabo por la interpolación la pudiéramos ver en aspecto entonces sabríamos que es errónea, pero esta ocurre a la bastante agilidad como para no ofrecer tiempo a sacar los datos, pero si para ofrecernos la sensación a nivel mental de que existe movimiento.
En 2017, Sony presentó el Xperia XZ Premium, que lucía una de ellas. Esta multinacional japonesa mostró este año el Xperia 1, el primero de esa resolución que está pertrechado con un panel de diodos orgánicos en vez del habitual LCD. ¿Por qué íbamos a estimar tantos millones de pixeles en las televisiones si no somos capaces de verlos?
Pero dar el salto no es rigurosamente necesario sino más bien opcional, y se podría asegurar que muchos que lo prueben no desearán regresar atrás. Hay que apreciar eso pues supone gastar más dinero en el PC y en el monitor. En esa situación, tener una alta tasa de refresco asiste para que esos movimientos a alta velocidad se perciban como más naturales y fluidos a la vista. Pero cuando los movimientos son mucho más veloces y bruscos es en el momento en que los problemas comienzan, por el hecho de que en esas ocasiones un fotograma y su siguiente mostrarán imágenes más distintas que en la situacion anterior, lo que puede romper la inmersión y la sensación de movimiento.
Entonces, ¿cuántos Fps Ve El Ojo Humano?
Así que, como contestación final, el ojo verá movimiento entre 24 FPS y lo máximo que cada uno de ellos pueda sentir, incrementando la fluidez a más fotogramas. El ojo humano cuenta con entre seis y siete millones de conos, unas células que, en esencia, son las responsables de que apreciemos los colores. Además de esto, tiene alrededor de 120 millones de bastones, unos fotorreceptores muy sensibles a la luz que se encargan de que tengamos la posibilidad ver en el momento en que la iluminación es achicada. Si pensamos en nuestros órganos visuales en los mismos términos que hacemos con las cámaras digitales y asumimos que cada una de esas células se corresponde con un pixel, hallaríamos que la visión humana tiene una resolución aproximada de 105 megapíxeles.
Los fabricantes de televisiones esgriman que pese a que el ojo humano no distingue los pixeles, la degradación de color es mucho más interesante. La tecnología de los televisores 8K consigue unas texturas mucho más detalladas y una eliminación del ruido. Por lo que realmente los pocos contenidos que ya están en 8K son verdaderamente sensacionales, veamos o no veamos todos los píxeles.
En verdad, únicamente la fóvea, una depresión ubicada en la parte central de nuestra retina, donde se enfocan los haces de luz, tiene una resolución elevada. Al fin y al cabo, más allá de la curiosidad de los cálculos, no es muy correspondiente realizar una comparativa sobre resolución, ya que el ojo humano no ve el mundo en píxeles. El ojo no es una máquina que toma una imagen, sino un vídeo en flujo continuo. Y, al contrario que una cámara de fotos que almacena sus imágenes en una memoria, nuestros ojos trabajan de manera permanente completando los elementos que faltan en nuestro campo de visión achicado, para crear una imagen más o menos leal a la verdad. El cerebro se encarga de trabajar la información y completar ciertos “huecos” imaginando, de forma imprecisa, los colores y las formas de lo que no ha visto.
La Fiebre De Las Altas Frecuencias De Refresco
Una pantalla de densidad variable aprovecharía este suceso para sugerir solo una alta definición en la parte central de la escena, donde el cerebro es capaz de distinguirla, y dejaría una realidad más turbia en la periferia. Con esta técnica, se podría hacer un sistema de RV de menor resolución, pero que, más allá de ello, nos ofreciera una sensación inmersiva y, habitualmente, indistinguible de la realidad. La capacidad teorética del ojo humano, basada en el número de receptores distribuidos en su área, es de unos 48 segundos de arco. De hecho, ya que la manera de nuestro órgano visual no es perfecta y se generan todo tipo de aberraciones, lo habitual es que la agudeza visual sea de un minuto o minuto y medio de arco en el ángulo de visión, que tiende a ser de 180 grados en el plano horizontal y 130 en el vertical.
La respuesta es muy complicada y también inconexa, ya que la percepción de cada persona es diferente. Varios no vais a estar según lo que a continuación les vamos a contar, y otros muchos os sentiréis de forma plena identificados. Lo que es irrefutable es que los expertos en cognición visual y óptica tienen una visión bastante diferente sobre esta pregunta de la que contamos los gamers. Por eso, por varios números y cálculos que hagamos, a veces la verdad resulta algo mucho más abstracta. Por lo que si comprases una cámara que sacase imágenes tal y como si de un frame de nuestros ojos se tratara, la devolverías al instante. Estudios señalan que el ojo humano cuenta con poco más de 6 millones de células sensibles a la luz, aparte de entre 90 y 126 millones de bastones, células responsables de la visión en condiciones de poca iluminación.
Los citados conos y bastones no se distribuyen por igual ni muestran una disposición traje en la retina. Por ejemplo, tenemos mucho más de los primeros premeditados a capturar las longitudes de onda del colorado y el verde que la del azul. Además, nuestros ojos se mueven regularmente para proporcionarnos la mayor información viable del entorno. Es mucho más, nuestro encéfalo no capta una imagen fija, sino una en incesante evolución, construida a partir de los impulsos nerviosos que disparan estos fotorreceptores y que siempre está actualizándose.
Los videojuegos han alcanzado una enorme importancia mundial en los últimos tiempos, llenando enormes estadios en competiciones de e-sports, juntando a miles de millones de players cerca del globo y transformándose en entre las ramas más lucrativas del entretenimiento, con algunos videojuegos superando en mercado a ciertos deportes habituales. Con ese gran incremento de popularidad, llego un gran aumento de interés y, por tanto, gente conociendo y metiéndose a ese mundo. Al unísono, con ese incremento de individuos vino un aumento en la demanda y el interés en los dispositivos relacionados con ese mundo. El doctor Roger Clark del Servicio Geológico de los USA realizó una investigación que concluyó que el ojo humano podía aguantar hasta 576 millones de pixeles, una cifra que indica que podríamos ver considerablemente más de lo que proporciona un televisor 8K. Aunque además de Clark, son múltiples los científicos que realizaron los mismo cálculos que, por su parte, pueden aplicarse a otras cosas, como por servirnos de un ejemplo a la cámara mucho más avanzada del mundo construida en Fermilab, que tiene unos 570 megapíxeles. Los pixeles son los puntos particulares de luz que componen una imagen digital, y la resolución es el conjunto de todos esos píxeles que puede representar el monitor por la pantalla.
¿y El Fenómeno De Persistencia De La Visión?
Un individuo con una agudeza visual perfecta puede ver hasta 60 pixeles por ángulo, una cantidad aun superada por las televisiones 8K. Aquí cobra mucha importancia el concepto de “ojos que no ven, corazón que no siente”. Si jamás probaste los 144Hz o apenas los has visto no vas a ver con malos ojos tus 60Hz actuales. El enorme cambio de criterio ocurre en el momento en que ciertamente compruebas de qué forma esa tasa de refresco combinada con lograr los 144fps deja unas diferencias muy grandes en fluidez en juegos, e inclusive en el momento de emplear el PC con normalidad. Volviendo al comienzo, muchas lámparas, portátiles o móviles inteligentes parpadean a unas frecuencias bastante bajas, y pese a ello nuestro ojo es inútil de percibirlo. Tenemos la posibilidad de tener una luz que parpadea a la continuidad de la red eléctrica (50/60Hz) y no darnos cuenta, pero también es verdad que mucha gente experimenta fatiga visual gracias a esto, de ahí que se hable tanto de los monitores “flicker-free”.
Al no contar con fisiológicamente de pixeles, éstos son invisibles al ojo humano desde una distancia de visión perfecta, aunque al aproximarnos tengamos la posibilidad discernir una diferencia. Por tanto, la respuesta depende del tamaño del TV y la distancia a la que se ve. La llamada \’Distancia Lechner\’ se transformó en una definición aplicada a la distancia desde la como podemos comenzar a notar diferencias en la resolución de los televisores.
Hace diez años, la mayoría de las pantallas que se podían localizar en las casas eran de 38 o 42 pulgadas. Una pantalla mucho más grande ubicada a exactamente la misma distancia implica una mayor facilidad para distinguir los puntos que conforman la imagen. Nuestros ojos no son capaces de percibir la diferencia, pero si estamos a unos 2 metros de una pantalla de 55 pulgadas, el salto de Full HD a 4K empieza a ser observable para buena parte de la población. Una investigación impulsado por el científico planetario Roger Clark mostró que, a efectos prácticos, la resolución del ojo humano se aproxima a los 576 millones de pixeles. No obstante, ese “a efectos prácticos” supone todo un problema en el momento en que nos referimos a la agudeza visual.